lunes, 24 de noviembre de 2014

Rompiendo con el pasado | RPH 3730

por Cornelio Rivera


Romper con el pasado no es fácil. Una chica, estudiante universitaria, participó en el robo de un banco, luego, escapando se fue a un lugar lejano donde asumió una nueva identidad. Se casó, tuvo hijos, y por más de veinte años vivió sin que nadie sospechara de su pasado. Todo iba tan bien, que quizás nunca nadie se habría enterado, de no ser por su propia conciencia que comenzó a inquietarle. Un día, fue tanta su intranquilidad, que llamó a las autoridades, les reveló su secreto y se entregó a la justicia.

¡Cuánto quisiéramos cubrir el pasado! Que nadie se entere de lo que hicimos, que no tengamos que abochornarnos del verdadero yo que otros no conocen. ¿Hay algo que quieres cubrir? ¿Una mancha que quisieras borrar sin dejar el menor indicio? Romper así con el pasado no es fácil, alguien más te conoce, y tú sabes lo que has sido. Más importante aún, Dios nos conoce, nada podemos ocultar de Él. La Biblia lo expresa así: “Oh Señor tú me has examinado y conocido, has conocido mi sentarme y mi levantarme… todos mis caminos te son conocidos. ¿A dónde me iré… a donde huiré de tu presencia?" (Sal. 139:1-3).

Lo interesante es que el Dios que conoce toda tu vida, y a quien tendremos que rendir cuentas, quiere olvidar nuestro pasado. Él desea que todo lo que hemos sido, lo que hemos hecho para ofenderle, quede borrado y que no siga siendo un motivo de separación entre su majestad y grandeza y nuestras vidas de pecado.

Dios dijo a Israel: "perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado" (Jer. 31:34). Esto es grandioso: ¡que el Dios santo y justo quiera y tome la iniciativa para borrar nuestro pasado! Un pasado que, por muy inocente que nos parezca, ante un Dios santo, puro y perfecto, es indescriptiblemente impuro y falto de cualquier mérito delante de Él. ¿Cómo romper con ese pasado que nos hace culpables ante la justicia divina? Dice la Biblia: "arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados" (Hch. 3:19). Y también: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Jn. 1:9).

[ Puedes escuchar la reflexión dando clic aquí (se abrirá una pestaña nueva) ]

Copyright © 2014 “El Camino de la Vida” | www.elcaminodelavida.org

Comparte en Whatsapp desde el Navegador de tu móvil

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Agradecemos tus comentarios. Si tienes dudas o preguntas, no dudes en contactarnos en preguntas [arroba] elcaminodelavida [punto] org