miércoles, 6 de julio de 2016

Capacitación | RPH 3879

por Cornelio Rivera


Tú no puedes hacer aquello para lo que no has sido capacitado. La música es un medio de comunicación universal, y creo que a todos nos gusta algún tipo de música. Al escuchar la conmovedora ejecución de una pieza musical, quisiera poder hacer lo mismo. Duplicar la virtud del instrumentista, imitar la voz que con acertada emoción comunica el sentido de la composición. Pero, tengo el problema que aunque me guste la música, aunque me dé gran placer escucharla y mi espíritu se conmueva con lo que escucho, aunque pueda seguir con mi mente el fluir de la melodía y reconocer los diferentes instrumentos, yo no puedo sentarme al piano o tomar el violín, la guitarra o la trompeta, y reproducir lo que he escuchado. No puedo hacerlo porque no he sido capacitado para ello.

Al aproximarse su arresto y crucifixión, Jesucristo culminó su enseñanza acerca de aquello para lo que había estado capacitando a sus discípulos. Reunidos para la cena, Jesús se ciñó una toalla y comenzó a lavarles los pies (Jn. 13: 4-5). Esto se acostumbraba con los invitados a una casa, era una muestra de cortesía, de etiqueta, de ser un buen anfitrión, pero algo generalmente asignado a un siervo o esclavo. Jesús se adjudicó la tarea para capacitar a sus discípulos en algo que ellos también habrían de hacer. Les dijo: “Si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies…  Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Pues el siervo no es mayor que su señor" (Jn. 13: 12b-16). 

Aquello fue una capacitación en humildad y servicio, estas son virtudes que aprobamos como buenas y admirables, pero que no son naturales en nosotros, y que se nos hace necesario adquirir recibiendo la capacitación adecuada. Quizás tú no has sido entrenado en música, y sabes que hay muchas otras cosas para las que jamás recibirás capacitación. Sin embargo, Jesucristo puede enseñarte humildad y servicio. Los discípulos creyeron en Jesús, se sometieron a Él, y anduvieron con Él para recibir el entrenamiento necesario: servirle a Él y al prójimo con humildad. ¿Te estás sometiendo a esa capacitación?



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